el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Testigo

Nuestro testigo es el silencio;
mudo en inalterable.
El vigilante;
la invisibilidad que esconde un deseo.

En tu presencia
mi piel elucubra sobre la tuya,
y entre nuestros labios,
salen palabras vestidas de frío.

Como dos almas furtivas
jugando en el exilio de las extremidades.

1 comentarios:

Me gusta cómo lo tienes ahora =)
Respecto a la poesía, eso es lo que siempre queda en la práctica: silencio.

 

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