el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

¿Por qué llorar?


Siéntate en un rincón de tu habitación y llora,
Llora hasta que se te deshidrate en concepto de tiempo.
Llora en alto o en silencio.
Llora hasta olvidar la razón de tus lágrimas.
Y justo en el momento en el que tu garganta te duela,
en el momento en el que casi no puedas abrir los ojos,
en el momento en el que sientas que tu cuerpo no tiene más fuerzas para llorar;
coge aire, ponte de pies, súbete al punto más alto que puedas y mira desde ahí al lugar dónde lloraste.
En ese momento tu mente lo comprenderá todo.
En ese momento por fin serás libre.

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