el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Armonía

Las teclas del piano se deslizan bajo mis dedos,
bellos sonidos erizan mi piel.
El recuerdo de mi Yo pasada, baila al compás de la melodía que se crea en mi alma y nace entre el marfil de mi frustración.
Lágrimas que intentan  encontrar su océano en una semicorchea...
Un destino impreciso, 
Un sueño que se desacompasó entre un sostenido y un bemol.
Mis labios van buscando la armonía perfecta en una octava mas alta.
Ahora la música arrebaña los pedazos de deseo que me quedan, convenciéndome de que es mejor así.
Pero los acordes no cuadran con el arpegio de la mano derecha, 
y la vida continua en busca de la armonía perfecta.
Con Tchaikovsky de fondo.



Volar. 

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