el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Sin pensar


Me mancho los zapatos de arena
Mientras se  calienta el corazón,
Más de catorce pasos sin pena
Por eso sé que tienes razón.

Apocalipsis casi sin miedos,
Mil kilometros sin estupor,
En la batalla nos jugaremos
Caminar de nuevo sin dolor.

Mis manos frías se debaten entre acariciarte en mi imgainación mientras me concedo unos segundos, o seguir escriobiendo para ti.

El verde de mi vestido
no entiende de frío,
por eso le dejo al destino
que decida por los dos.

Y sin querer que esto atardezca y nos quedemos sólo en otoño, decido perdonar mi pasado y dedicarte el futuro a ti.

Y ahora...

¡Qué extraños se ven los días sin ti!
Todo se hace más corto, pierde la emoción, se convierte en un torrente de horas sin sentido.
Pero la vida tiene sorpresas de las que yo nunca pensé formar parte.
Pensé que no te iba ha echar de menos, que podría olvidarme de ti sin problema, o al menos ese era el plan.
¡Qué ilusa! me gritan las paredes de mi casa mientras convivo con el delirio.
Y ahora me doy cuenta de que muchas de las cosas que no dije y otras muchas que decidí no hacer, me pellizcan  la memoria y le hacen cosquillas a mi alma impidiendo que me caiga de la cama al despertar.
Y cada vez que recuerdo, miro por la ventana y anestesio mi razón en un hipnótico baño de amapolas.
Y al cabo del tiempo descubro que las amapolas sin la persona que las dio vida, pierden su esencia y su color va desapareciendo al mismo tiempo que mi esperanza, hasta convertirse en lo que el tiempo quiere de ellas: 



Especial

Esta etapa ha sido ESPECIAL en todo los sentidos.
Todo empezó en Septiembre cuando misteriosamente una decisión arriesgada comenzó a cambiar mi camino de una forma que jamás habría imaginado.

Todo empezó sin esperarlo y cuando me quise dar cuenta estaba rodeada de un montón de gente desconocida (muchos de ellos a día de hoy lo siguen siendo). En otro momento contaré este camino, hoy sólo quiero decir lo que este año me ha aportado y  decir hasta siempre.

He aprendido que me encanta el té.
Que la música clásica es mi fuente de inspiración y tranquilidad.
Que con un poco de presión todo sale mejor.
He aprendido ha apreciar las películas buenas.
He aprendido que  estoy  y siempre lo estaré enamorada de House.
Y que hay otras formas más extensas de ver la realidad.

Y no quiero decir adiós, así que diré;

Hasta siempre a Francia que con si libertad, igualdad y fraternidad me recordó que soy mujer.
Hasta siempre a los que me habéis cedido vuestro conocimiento y experiencia(o por lo menos lo habéis intentado)
Hasta siempre a todos aquellos que me alegrabais la mañana buscando algo nuevo dentro de cada café.
Hasta siempre a todas las que me habéis dado una oportunidad y con las que he compartido comidas, desayunos y cenas.
Hasta siempre a las que siempre sonriendo me deseabais un bueno día u os interesabais por mi.
Hasta siempre camino de hierba que todas las mañanas ponías un poco de paz para empezar bien el día.

Pero, me es más difícil deciros hasta siempre a vosotros;

Fuente de cordura, realidad y razón, desde el primer momento la supervivencia nos unió y gracias a ello, este año puede ser digo de recordar con alegría. Gracias por poner siempre un muro delante de mis ensoñaciones,  pues ha sido mi unión con la realidad. Gracias por hacer que me esforzara en pensar más allá.

Pequeña saltamontes, o mejor dicho, pequeña parte de mi, pues he compartido contigo desde tés hasta dolor e incomprensión. Gracias por comprenderme, por regalarme tus horas y tus sonrisas. Gracias por tus noches por tu ilusión , por los paseos, y sobretodo por recordarme que hay algo bello dentro de mi llamado locura, que me hace quien soy.

A ti, aquel magno hombre que a base de silencio has colmado mi alma, y me has enseñado a seguir pese a la adversidad. Gracias por dejarme mirar por ese agujero de tu armadura y vislumbrar algo de ti. Gracias por regalarme de vez en cuando tu mirada que siempre fue como una bocanada de aire que me permitía tomarme un respiro. Te juro que guardaré este secreto para siempre.

A ti pequeño ruiseñor, siempre feliz, y repartiendo felicidad, oídos activos y vivos, brazos que han sabido abrazar, gracias por que hay podría llamarte Mamá. Gracias por ser guía en este oscuro camino, por ser mi luz, por Él. Gracias por alegrarme el corazón y despejarme las dudas que ensombrecían mi cariño.

Y por supuesto, a mi maestro,  quiero darte las gracias más que de corazón, de "ente", por haber haberme  inculcado un elevado nivel moral, y sobretodo por abrirme los ojos de alma y mostrarme el camino que conduce hacia la paz. Gracias por confiar en mi, por dejar la huella que me ha dejado y que ha cambiado mi vida de una manera difícil de explicar con palabras.

Por todos vosotros hoy tengo un transparente y brillante diamante que ahora resbala por mi cara, que no es sino ese pedacito que dejáis en mi, y que siempre llevaré conmigo.
Parte de mi corazón ya es vuestro, no lo olvidéis.
Porque esto sin vosotros no habría sido tan ESPECIAL.

Percepción

Las cosas tienen demasiados puntos de vista, así pues la mejor mirada es la que mira desde fuera y en conjunto.
Puede que hoy haya podido aprender las lecciones más valiosas para mi vida, pero seguramente tarde algún tiempo en asimilarlo, más en ponerlo en práctica y una eternidad en obtener resultado. Pero no obstante "el tiempo no existe" así que comenzaré por dar un repaso a las lecciones de hoy:

   Para tener algo añadido, hay que perder algo que ya se tenia.
   Todo es cuestión de equilibrio.
   El camino es tan importante o más como la meta.
   Las personas son lo que su entorno hace de ellas.
   El mejor camino hacia cualquier lado es perseverancia, ganas y un buen maestro.

Tengo muy poco tiempo, o quizás tenga más del que yo creo, pues al fin y al cabo todo es cuestión de percepción.

Tratado Sobre Confidencialidad

¿Qué es un secreto?
No es del todo cierto que esconder un secreto hace sentir mal a otra persona, realmente te hace sentir mal a ti mismo, el precio a pagar por poseerlo o llevarlo a cabo, es la satisfacción que te da, o como algún profesor mío lo llamaría; el nivel de compensación que dicho secreto nos proporciona en relación con el malestar personal que nos ocasiona guardarlo.
Si dicha satisfacción es mayor que el dolor que sentimos en algunos momento causado por esa ocultación, entonces he de decir que merece la pena llevar a cabo ese secreto.
El problema viene cuando, se debe tomar la decisión de plantar o no un secreto antes de saber el equilibrio de dicho nivel, por lo cual la satisfacción o en su defecto el dolor se ignoran por completo.


Pero tras plantear este breve dilema, quisiera también dejar caer mi parte sensible y humanizar un poco esta reflexión:


Cuando tenemos un secreto, algo dentro de nosotros nos hace sentir especial, al formar parte de el. 
pero es justamente eso que nos hace especiales, lo que también nos separa de la estabilidad y de la paz interna,  pues nuestro transparencia queda reducida en el mejor de los casos a una peligrosa opacidad.


También afecta a este asunto el nivel de participación de la conciencia en el ser en ese momento, aceptar algo "oscuro" no significa no tener conciencia, sino tenerla confundida, aletargada, borracha o con resaca de la noche anterior.
Así pues tarde o temprano o la conciencia se recupera en estos casos insatisfactoriamente para el ser que cometió el "oscurismo" o en su defecto acabamos cometiendo un crimen acabando con la vida de una buena amiga nuestra; la conciencia.


En resumen; no hay manera de hacernos partícipes de algo desaprobado por alguien importante para nosotros, sin acabar perjudicándonos a nosotros mismos.
Y como todo hecho que el ser humano lleva a cabo con su vida acaba formándolo o marcándolo de alguna forma, lo mejor para estar en paz con uno mismo es:
1- no crear un secreto
2- crearlo y ser transparentes
3- métodos de confusión de conciencia (poco recomendados por causar desorientación emotiva)


En la autoeducación de la conciencia de cada uno está la respuesta. No hay que olvidar que lo que se hace no se puede borrar u obviar. Se ha de vivir siempre con ello, por eso, uno debe tomarse un largo tiempo para tomar una buena decisión.

Validation

Diría que el día de hoy se me asemeja a una utopía.
Me siento como un arma cargada de alegría, preparada para servir al mundo, decidida a regalar paz, sobretodo, dispuesta a sonreír.
Pero esta sonrisa que ahora luce mi alma es por ti
Tu fuiste quien me regalo su tiempo aceptando mi petición.
Me he sentado en medio de un campo, he pensado en todo aquello y he sonreído.
Mientras el viento desordenaba mis ideas al susurrarme un cuento que decía así:


Era sé una vez, una bella mariposa con las alas más brillantes que jamás pude ver, vestía en color verde y azul, y de vez en cuando sus alas se abrían al viento, se estiraban y movían de arriba a abajo pero esta mariposa jamás pudo volar, siempre lo había intentado, frustrados sus intentos por la maldición que una hechicera un día la impuso por tener las alas mas bellas del bosque,la hechicera siempre la repetía que no podía volar, que dejara de intentarlo,  hasta que un día perdió la esperanza y se resignó a caminar por el suelo.
Y así pasó largos años de su vida...
Un día se reencontró con su ansia de volar, y aun sabiendo lo imposible de su sueño, ella decidió subirse al sitio más alto que encontrase.
después de un rato pensado decidió subirse al monte más alto del bosque, y tras mucho tiempo de subido llegó a lo a alto pero ella quería subir más y se puso a llorar recordando su condena.
En esto que una amapola oyó su llanto y la pregunto -¿Por qué lloras?-
Ella mi triste contestó - Estoy triste porque a pesar de tener estas bonitas alas, no puedo volar.
La amapola con una serena voz la preguntó: - ¿Porqué no puedes volar?- la mariposa se quedó pensando, nunca supo el porque no podía volar - pues ahora que lo dices nunca he sabido por que no puedo volar, recuerdo que de pequeña siempre lo intenté pero la hechicera me decía una y otra vez que yo nunca podría volar.- dijo la mariposa casi llorando.
- A lo mejor lo que pasa es que nunca te dejaron ni te enseñaron a volar.- dijo la amapola dulcemente.
La mariposa en seguida enjugó sus lágrimas y con una recién reencontrada sonrisa, le preguntó a  la amapola -¿Tu me enseñarías a volar?- La amapola rió y la contestó -´Yo soy una amapola, yo no vuelo como lo puedes hacer tu, mi forma de vivir es de otra manera, pero yo se que puedes volar, confío en ello, y si quieres te puedo ayudar. - ¿A sí? - dijo emocionada la mariposa. -¿Me enseña a volar?-.
-Claro que si.- afirmó la amapola. -Súbete a mi y cuando estés en la parte más alta yo cogeré impulso y te lanzaré para que te sea más fácil.- Pero la mariposa recordó que nunca la habían dicho como se volaba.
-Hay un problema- dijo la mariposa. -No se volar.- No te preocupes, yo confío en ti, el volar se lleva dentro, tu sólo confía en que puedes hacerlo.-
Entonces la mariposa se subió a la amapola, esta cogió impulso y a la de tres se soltó mientras lanzaba a la mariposa y la gritaba con fuerza: -Tu puedes volar.- La mariposa comenzó a batir sus alas y poco a poco comenzó a volar y a elevarse cada vez más.
Las últimas palabras que se la oyeron antes de desaparecer en el cielo fueron: -Gracias amapola, sin tu ayuda nunca podría haber conseguido volar a partir de ahora sonreiré por ti.-

Años más tarde la amapola se enteró de que la mariposa desde aquel  momento comenzó a sonreír, y a ayudar con su sonrisa a la gente por todo el mundo.
Y ella siempre que le preguntaban el porque lo hacia contestaba:

- Hubo una vez una flor que confió en mi, y me dejó subirme a sus rojos pétalos, desde ahí comprendí que ella estaba anclada al suelo pero también volaba a su manera, y de este modo asumí que volar por volar no sirve de nada, que si yo podía volar sería para seguir con la tarea que comenzó la amapola y enseñar al mundo que pueden volar siempre que dispongan de una sonrisa sincera y alguien a quien regalar su vuelo.
La amapola un día me lo regaló a mi, y siempre la llevaré en mi recuerdo como aquella flor que confió en mi.-