Escucha, perdóname si muero,
si soy yo misma quién pasea por la vida cortándolas el cuello a las horas que pasan sin más.
Si pretendo, con la noche pisándome los talones, seguir buscándome.
Si de lo poco que me queda del ayer no guardo en mi memoria mas que la esencia.
Sin duda soy yo.
No me planteo si el mañana estará completo por mi culpa;
por mi capacidad de elegir siempre otra cosa.
Yo no soy igual,
Yo no pienso en pensar, sólo pienso.
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