el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Sombras

De niña, temía a la oscuridad., me sentía desprotegida cuando no veía más que la nada, le temía a algo invisible. Fui creciendo y este miedo desapareció, pensé que era libre. Pero muy lejos de ellos, un reducto del pasado se vino conmigo, ya no le temía a la oscuridad, pero si a las sombras.
Las sombras de mi misma, aquellas que se deslizan por el pasado y vuelven y aquellas que pasean muy cerca de mi.
La oscuridad es el desconocimiento, en cambio las sombras son el conocimiento de la existencia de algo que desconoces.
Pensé que  habían desaparecido de mi vida, pero venían detrás de mi, pisándome los talones.Intenté reconocer de que eran, creyendo que al encontrar la imagen que arrojaba la sombra todo se solucionaría, pero al seguir su contorno entendí que la imagen no era otra sino mi propia sombra. ¿Debía luchar contra  mi misma? No. sólo tenía que buscar la luz, mi luz; tu.
Y cuando te encontré, me encontré y la sombra desapareció.
Comprendía que las sombras que nos persiguen no son más que partes de nosotros que somo incapaces de comprender.
Abrir los ojos ante nosotros mismos y dejarnos iluminar.

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