el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Tiempo

Tiempo, que nos acorralas y nos limitas.
Que nos encadenas y nos haces tener prisa.
Que nos rompes, nos ensucias, nos erosionas,
Que nos persigues, que nos acosas e impresionas.
Tiempo que nos estropeas,
Tiempo que lo estropeas.
Tiempo que nos quitas el sueño,
que nos duermes y nos levantas
Tiempo que de la paciencia eres dueño.
Que nos incitas ha precipitarnos.
Que nos paras en seco.
Tiempo caprichoso
que nos das y quitas
a tu antojo.
Tiempo que se escapa,
que se va y no vuelve.
Tiempo que cambia, que enloquece,
que enseña.
Demasiado tiempo y demasiado poco tiempo.
Tiempo de morir y renacer.
Tiempo que matas.
Tiempo muerto
Tiempo que esclavizas.
Tiempo de horas, segundo y minutos perdidos
y por llegar.
Tiempo que imposibilitas.
Tiempo prohibido, en pasiones prohibidas.
Tiempo que escondes en tus entrañas
secretos de muchas vidas.
Tiempo que llega jus in time.
Tiempo, puntual que siempre llega tarde.
Tiempo que engaña.
Tiempo que corre y no pasa.
Tiempo que me evita
con cada renglón de este tiempo.
Tiempo de espera, de esperar,
de esperarte.
Tiempo que fluye y se estanca.
Tiempo que enmascara sentimientos
Tiempo que tiñe una oscura noche
Con palabras de un tiempo.
Tiempo silencios.
Tiempos revueltos.
Tiempo sin ese algo.
Tiempo sin tiempo.

A Estas Alturas

La vida se empeña en demostrar
cuan diferente somos de el resto de la población.
Aunque el bucle infinito de la experiencia
desee prohibirnos correr,
Cuanto  mas cerca estamos del final,
mas rápido nos aproximamos a él.

Tropezando estrepitosamente
con las piedras del destino,
prefiriendo caer de cabeza,
que arrastrarnos por el camino.
Empujando hacia atrás
por culpa de algún desatino.
Soportando continuas nubes grises,
que se convierten en nuestro sol de Enero.

Fingiendo dar la espalda al bosque,
mientras nos perdemos
contando briznas de hierba.

Pero siempre
y aunque sople el viento de frente,
despellejando el alma
por conseguirlo.

Desmán

Atesorada inclemencia verbal
que te atenúas fatídicamente
con el paso de las horas.
Desvencijando los delirios febriles
de alguna noche en vela.
Acalorando evanescentes
ensueños pasajeros,
que se disuelven
en amaneceres tardíos.
Una grata sensación de libertad,
exenta de las reverberaciones
de la realidad.
Desdén empobrecido
por las encrucijadas del destino.
Y un viento empeñado en silbarme
siempre desde la misma ventana,
que me recuerda el porqué;
Empíricamente insostenible,
sutilmente inalcanzable.

Error 409

Silenciar la mente para dejar de buscar.
Renuncia espontánea a las expectativas.
Supresión de pensamientos no muy desencaminados.
Y calor, calor que evapora el frío sudor de mi espalda,
que salta de vértebra en vértebra
acicalando emociones que se diluyen en el ambiente.
Sin eco entre las cuatro paredes de mi destierro.
Sin quejas obsoletas del pasado.
Haciendo un camino para deshacer otro.
Falta de sobriedad y demasiada información.
Exceso de capacidad en el disco duro.
Error 404 que conduce a 406.
Contando gotas de lluvia desde mi ventana.
En busca de incandescencia bajo la almohada.
Sutil susurro de impermanencia.
Y muchas cadenas atrofiadas que romper.
En mi mente persiste el error 425
Esperando que al  206 le siga un 205.
Y por fin pueda afirmar que bajo mi pluma
Yace por fin del todo 201.