el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Dirección

En mitad de un bosque con luces y sombras.
De enmarañadas enredaderas, que trepan por los árboles más firmes.
Pequeñas flores a ras de suelo, ignoradas por las ramas más altas.
Rumor de un viento que hace ya tiempo que pasó,marchitas ya las briznas en ese bosque.

Y en medio, espacio por el que no pasa el tiempo.
Espacio en el que nada se mueve, en que todo permanece inalterable.
Las aves sobrevuelan en un gélido mutismo.
Yo soy ese espacio. Soy ese tiempo parado, ese silencio sepulcral en el que
mi alma descansa día y noche. En el que el corazón busca su lugar.
Miles de incendios azotaron este bosque que ahora ha quedado sumido en una quietud eterna.
En la escarcha de un inviernos perenne en el que los brotes ya no crecen escondidos bajo la capa de hielo
de una noche sin luna.

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