el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Regreso

Es posible que jamás llegues a leerme, tampoco es mi intención,
pero al menos las personas que lo lean podrán recobrar las esperanza de encontrar a alguien que les lleve de vuelta a si mismos.
Quiero darte las gracias porque no se muy bien en que momento, o con que palabras, has conseguido despertarme, hacer que retome la ilusión de cuando era niña.
Había abierta una brecha en mi interior que me separaba de mi.
Olvidé la ilusión, las ganas, la necesidad de lo complejo, la belleza del momento presente, cualquiera que sea en ese momento. La ilusión de crear sin necesidad de una crítica externa.
Olvidé el amor que profesé a todo lo que fuera conocimiento.
Ignoré voluntariamente la fe en mí. Me desligué de mis pasiones, de mis sueños, de mis sentimientos de cuando era niña, llegando a pensar que nunca tuve.
Pero de repente, una mirada dulce y desafiante me indujo en un viaje hacia mi verdadero ser.

Gracias, por seguir admirando el mundo, por exigir lo máximo de cada uno, por recordarme no conformarme. Por esperar una sociedad un poco menos dañina.
Gracias por descubrirme; por llevarme de regreso a mis orígenes.

Dirección

En mitad de un bosque con luces y sombras.
De enmarañadas enredaderas, que trepan por los árboles más firmes.
Pequeñas flores a ras de suelo, ignoradas por las ramas más altas.
Rumor de un viento que hace ya tiempo que pasó,marchitas ya las briznas en ese bosque.

Y en medio, espacio por el que no pasa el tiempo.
Espacio en el que nada se mueve, en que todo permanece inalterable.
Las aves sobrevuelan en un gélido mutismo.
Yo soy ese espacio. Soy ese tiempo parado, ese silencio sepulcral en el que
mi alma descansa día y noche. En el que el corazón busca su lugar.
Miles de incendios azotaron este bosque que ahora ha quedado sumido en una quietud eterna.
En la escarcha de un inviernos perenne en el que los brotes ya no crecen escondidos bajo la capa de hielo
de una noche sin luna.

Tiempo

Tiempo, que nos acorralas y nos limitas.
Que nos encadenas y nos haces tener prisa.
Que nos rompes, nos ensucias, nos erosionas,
Que nos persigues, que nos acosas e impresionas.
Tiempo que nos estropeas,
Tiempo que lo estropeas.
Tiempo que nos quitas el sueño,
que nos duermes y nos levantas
Tiempo que de la paciencia eres dueño.
Que nos incitas ha precipitarnos.
Que nos paras en seco.
Tiempo caprichoso
que nos das y quitas
a tu antojo.
Tiempo que se escapa,
que se va y no vuelve.
Tiempo que cambia, que enloquece,
que enseña.
Demasiado tiempo y demasiado poco tiempo.
Tiempo de morir y renacer.
Tiempo que matas.
Tiempo muerto
Tiempo que esclavizas.
Tiempo de horas, segundo y minutos perdidos
y por llegar.
Tiempo que imposibilitas.
Tiempo prohibido, en pasiones prohibidas.
Tiempo que escondes en tus entrañas
secretos de muchas vidas.
Tiempo que llega jus in time.
Tiempo, puntual que siempre llega tarde.
Tiempo que engaña.
Tiempo que corre y no pasa.
Tiempo que me evita
con cada renglón de este tiempo.
Tiempo de espera, de esperar,
de esperarte.
Tiempo que fluye y se estanca.
Tiempo que enmascara sentimientos
Tiempo que tiñe una oscura noche
Con palabras de un tiempo.
Tiempo silencios.
Tiempos revueltos.
Tiempo sin ese algo.
Tiempo sin tiempo.

A Estas Alturas

La vida se empeña en demostrar
cuan diferente somos de el resto de la población.
Aunque el bucle infinito de la experiencia
desee prohibirnos correr,
Cuanto  mas cerca estamos del final,
mas rápido nos aproximamos a él.

Tropezando estrepitosamente
con las piedras del destino,
prefiriendo caer de cabeza,
que arrastrarnos por el camino.
Empujando hacia atrás
por culpa de algún desatino.
Soportando continuas nubes grises,
que se convierten en nuestro sol de Enero.

Fingiendo dar la espalda al bosque,
mientras nos perdemos
contando briznas de hierba.

Pero siempre
y aunque sople el viento de frente,
despellejando el alma
por conseguirlo.

Desmán

Atesorada inclemencia verbal
que te atenúas fatídicamente
con el paso de las horas.
Desvencijando los delirios febriles
de alguna noche en vela.
Acalorando evanescentes
ensueños pasajeros,
que se disuelven
en amaneceres tardíos.
Una grata sensación de libertad,
exenta de las reverberaciones
de la realidad.
Desdén empobrecido
por las encrucijadas del destino.
Y un viento empeñado en silbarme
siempre desde la misma ventana,
que me recuerda el porqué;
Empíricamente insostenible,
sutilmente inalcanzable.

Error 409

Silenciar la mente para dejar de buscar.
Renuncia espontánea a las expectativas.
Supresión de pensamientos no muy desencaminados.
Y calor, calor que evapora el frío sudor de mi espalda,
que salta de vértebra en vértebra
acicalando emociones que se diluyen en el ambiente.
Sin eco entre las cuatro paredes de mi destierro.
Sin quejas obsoletas del pasado.
Haciendo un camino para deshacer otro.
Falta de sobriedad y demasiada información.
Exceso de capacidad en el disco duro.
Error 404 que conduce a 406.
Contando gotas de lluvia desde mi ventana.
En busca de incandescencia bajo la almohada.
Sutil susurro de impermanencia.
Y muchas cadenas atrofiadas que romper.
En mi mente persiste el error 425
Esperando que al  206 le siga un 205.
Y por fin pueda afirmar que bajo mi pluma
Yace por fin del todo 201.

Soy

Yo soy la buscadora;
Incansable, Inpenetrable.
Insaciable, Insatisfecha,
Desequilibrada,
real pero ficticia.
dominada y dominante,
Entera y vacía,
Soñando sin sueños,
Perdida en un encuentro,
Durmiendo despierta,
cabal, y desatada,
Volando enraizada
a un suelo muy alto,
Inmaculada,
desnuda pero vestida.
Febril, impaciente,
Etiquetada y desprendida.
Madre e hija.
Solitaria entre la muchedumbre.
Ruidosamente silenciosa.
Asustada del valor.
Sin tiempo pero con prisa.
Soy mi enfado tranquilo.
Soy mis sentimientos desbocados.
Soy mi ira apaciguada
Soy mi deseo complacido
Soy mi dócil rebeldía.
Soy la incomprensión de mi yo comprendida.
Soy mi  ego sin ser yo.

Yo soy la que no busca;
Sin deseo ni prudencia.
Sin día ni noche,
Sin sol y sin luna.
Sin palabras,
sin pensamientos,
sin deseos,
sin paciencia, ni con ella,
sin salir sin entrar,
Sin expectativas,
sin miedo,
sin futuro ni pasado,
sin aire en una gran inspiración.
Sin opuestos,
Sin dualidad.
Sin cuerpo ni mente.
Sin mi.
Estable, completa.
En paz.
Soy pura conciencia.

Burbujas

Una noche cualquiera.
Un lugar con cuatro puertas;
Todas abiertas, todas cerradas...
La Luna escondida.
Susurros de un tiempo
que pasó y no pasa.
Burbujas de amor
saliendo por los ojos
a modo de lluvia.
Frío, mucho frío.
Tu.
Yo.
Todo...
Chispas que se ahogan,
Sin dejarlas nacer siquiera.
Un fuego que no quema.
Sudor frío, muy frío
recorriéndonos la espalda.
Miedo a flor de piel.
Sinos escondidos
en canciones prohibidas.
Distancia a pocos centímetros.
Algo escapó mientras tu huías.
Manos llenas
que las palabras vacían.
Tu.
Yo.
Nada.
Desvinculándote de tu ego.
Mirándonos a los ojos.
Sonriendo entre estragos
de una noche pasada.
Y silencio escurriendo
entre nuestras miradas.
Silencio de duelo,
Silencio amargo,
Silencio vacío,
Silencio apagado,
Silencio de miedo,
Silencio que mata,
Silencio esperando
una nueva luz apagada.
Y si yo contigo todo
tu conmigo nada.
Y un tu sin mi,
Y un yo sin ti.
Aunque pasen los días
No vale de nada.

Penitente

Una ardiente flecha de plata clavada en mi corazón; eso es tu ausencia.
Mis ojos se pierden buscando caminos ya trillados donde encontrarte, pero incapaz de atisbar tan solo una pequeña pista de tu mirada posada en la mía los retales del olvido se dejan llevar por el viento...
Enmascarando sentimiento desbocados, arrastrados a la locura si aun sabiendo que estas, no estás.
Cabalgando sobre mi corcel de paciencia persigo una vana sombra que se desliza de árbol en árbol, de calle en calle, de pasado en presente y otra vez vuelta al pasado.
Creyente fervorosa de tu existencia más allá de un instante de locura, pero como todas los creyentes, soy creyente porque aun no he visto, ni creo nunca poder ver.
Como una fría estatua de piedra, silenciosa; penitente del pasado sigo buscándote entre las calles, entre los muros, entre el pasado y el presente.

Distancia

Aunque no quieras creerlo a veces te echo de menos.
Miro atrás y veo todos los buenos momentos a tu lado, y aunque me cueste aceptarlo también los malos, y es por estos últimos por los que todo sigue como hasta ahora.
Siempre que me pierdo entre las heridas abiertas de mi alma te encuentro a ti, desgarrando mi conciencia como si aun estuvieras aquí.
Y sólo una vez más pasaré sobre el puente, aquel que un día me hiciste comprender de su belleza oculta y ocultandome tras el velo de la distancia, sienpre seguiré ahí sin que tu lo sepas para no asustarnos más.
Ojalá Supiera porque te sigo escribiendo, y justo ahora suena el teléfono y eres tú...

Tas el cristal translúcido.

¿Porqué seguir soñando en blanco y negro si se ha demostrado que la vida real es en color? Es vivir tras la pantalla translúcida de una vieja televisión, Con interferencias cada 3 segundo y en la que sólo echan reposiciones de series demasiado antiguas como para pararte a verlas ni siquiera 5 minutos.
¿Para que buscarme la mirada tras el espejo roto si se que ahí no la voy a encontrar? Y repetir una y otra vez frases que ya han perdido el sentido, mientras intento mirar al exterior tras el cristal translúcido de mi viejo televisor.
Pasa el tiempo arremolinándose entre las hojas de un jardín con poca vida, sin pedir permiso para quedarse. Si sus dueños ya no se molestan en cuidar sus flores, y el recuerdo se queda embobado mirando como las raíces de unos árboles se hacen cada vez más gruesas afirmando así su perennidad.
De vez en cuando una paloma se para para beber agua en un pequeño estanque estancado. Pero la visita dura poco y de nuevo el silencio se apodera del jardín. .
Y entre esos aburridos programas, de vez en cuando se cuela un informativo del telediario que avisa de catástrofes que ya sucedieron hace tiempo, pero pasan inadvertidos y se intenta cambiar de canal.
Lástima, si no lo vieron no será porque no salió, quizás se fueron al baño en ese momento, pero aunque no quieran verlo, eso fue emitido en mi vieja televisión, esa en la que ahora el polvo se acumula sin que nadie haga nada por evitarlo.
Si nadie la veía no tiene sentido tenerla encendida, así que un día la apagué, y ahora no vale pedirme el mando a distancia para subir el volumen.
Ahora yo soy la única que ve tras el cristal translúcido de mi viejo televisor.

Guerra

No hace aun ni dos meses cuando comenzó mi camino hacia la guerra.
Todo transcurrió como en el libro de "El Señor de los Anillos"; demasiado lento y descriptivo, en demasiado tiempo como para darse cuenta.
Mi rival llevaba años y años haciéndose más y más fuerte sin que yo pudiera si quiera presentirlo. Cada día iba creciendo en boca de mis familiares más cercanos, y poco a poco y a expensas de mis conocimientos, iba plantando en mi su semilla de oscuridad.
Con el tiempo se fue haciendo más fuerte e iba penetrando en mi subconsciente, hiriendo mi sentido común sin yo advertirlo.
Pero de pronto, un día, miré por primera vez el reflejo que el espejo devolvía de mi y fue en ese justo instante en el que, mi enemigo hizo su aparición. Lleno de ira, envuelto en un halo de fuego que escondía su rostro.
Mascara de hierro y tinieblas, oscuridad a su paso, a nuestro paso.
Ríos de lava cercándonos el paso. Y un dolor punzante en el estómago; miedo, nervios, rechazo...
El frío de una noche oscura en la que me dejo vencer en mi propia batalla.
Hemos de ser fuertes. ni tu ni yo saldremos nunca ganando, eso lo supe mucho antes de comenzar la batalla, pero ya no hay vuelta atrás y mi mente ya se ha dejado atrapar por ti.
Siempre nos íbamos escondiendo tras los rostros del olvido y la dejadez, pero ahora ya no. Sólo quedamos tu y yo en un campo de batallas ya desolado.
Y vuelve la noche y hace frío, pero no un frío angustioso que te hiela por dentro sino una especie de frío al que una se puede llegar acostumbrar, el frío de ti misma. El frío de una batalla eterna en la que es muy difícil ganar y seguir con vida.

¡Lo conseguiste! Has conseguido hacer que abandone mi inofensiva pasividad para enfrentarme desde la piel hasta el corazón con un enemigo que nunca existió. Pero que ahora es más real que nunca y me envenena cada día un poco más.

Cadenas

Ella era dulce, amable, optimista y tremendamente compleja.
Intentaba sobrevivir como podía durante los 3 meses de verano que volvía a casa.
El ambiente opresivo de su "hogar" la ahogaba día tras día, con la única esperanza de que cada dìa que pasaba, estaría más cerca de volver a la universidad y a aquella ciudad que para ella se combirtió en símbolo de libertad.
Cada mañana se levantaba a las 8:30, aunque siempre remoloneaba en la cama jugando con su perro, el cual se encargaba de despertarla un par de minutos antes de que sonara el despertador.
Se levantaba siempre de buen humor, independientemente de como acabara la noche anterior.
Bajaba las escaleras, y se preparaba su torta de avena y su café.
Mientras se cuestionaba cómo podía haber cambiado todo tanto y a la vez no haber cambiado nada.
Había una cosa clara, ella si que había cambiado, era una versión mejorada de si misma, con más paz interior, con más aguante, con más amor y pasión por la vida... por esa vida que ella siempre soñó y que cada vez estaba más y más cerca.
Desayunaba viendo el telediario y apenandose de cuanto dolor había en el mundo, decidiendo cada mañana que ella formaría parte de la solución del planeta a este caótico descontrol que nos estaba conquistando por los cuatro puntos cardinales. -Ya queda menos para poder ser yo para el mundo...-
Pero aun le quedaba mucho que aprender para ser útil...
Mientras tanto, una voz hiriente y muy desagradable la devolvía a la realidad de un golpe; era su carcelera personal.
- Lograré liberarme de estas cadenas, y por fin....-  Pero la voz volvio a resonar en toda la estancia.
El mundo deberá esperar por lo menos un par de años más.
Pero ella seguirá practicando con las personas a las que ama, practicara cómo hacer feliz a la humanidad con una sonrisa y su vida en juego.

You know that Tomorrow and forever...

Siempre estamos ahí aunque nos sintamos lejos, pero desde esa lejanía siempre hemos sentido nuestros corazones muy cerca de nosotros. No es que quiera mirar a otro lado, ni olvidarlo todo, sólo es que llegó momento de ordenar el presente y luchar por algo incierto. Míranos; rompiendo lágrimas de cristal por no saber encontrar el momento adecuado, la forma adecuada... Aunque pase el tiempo, que bien sabes, siempre nos perseguirá con su guadaña, yo seguiré ahí, escondida entre los rincones más oscuros de tu  miedo y tu dolor, esperando que me necesites para estar como siempre ahí. Muchas veces has mirado hacia otro lado para lograr encontrarme, pero siempre estuve ahí.

Aún queda camino que recorrer y aunque ahora veas dos caminos separados, sabes que un día, dos completos desconocidos se pueden encontrar en medio de algún castillo abandonado de Irlanda, bajo una intensa lluvia, o ante una dorada jarra de cerveza. Y quizás descubran algún día en un tren con destino a algún país extraño, que muy atrás en sus vidas, siempre estuvieron allí.

Créeme cuando digo que no quiero irme, pero ahora toda esperanza es una mera utopía y aunque muchas veces me oíste decir; "quiero vivir en ese cuento perfecto que todo el mundo dice que no existe" siempre supimos que ese cuento estaba y estará sólo en nosotros.

Porque cuando esa primera lágrima se deslizó por mi cara y al llegar al suelo se deshizo en mil pedazos comprendí que aunque deba pasar el tiempo...

...Sí tú dices; Will you still love me tomorrow?
Yo te susurraré: You know that tomorrow and forever a piece of my heart will be yours.

Remember me

la historia secreta de la luna II

Corrió incansable por el bosque, bajo una pesada oscuridad, con el único empeño de encontrar a su amado, a aquél que durante tanto tiempo le esperó con paciencia, aceptando sus largas noches de nubes negras, de hielo, de distancia, de ausencia...en busca de aquél que siempre le brindó su espada para luchar en el arduo camino de la incertidumbre...
Y siguió corriendo horas y horas, días y días hasta que al final casi se olvido de él., empezó a conocer el mundo, a disfrutar de los ríos, de los bosques, de los sabrosos frutos de los árboles, y poco a poco el amor que alimentaba su espíritu noche tras noche fue olvidándose y deshaciéndose en el airé.
Tan prendada quedó la luna de las maravillas de la tierra que se olvidó de subir de nuevo a cumplir con su trabajo de embaucar con su brillo a los hombres del mundo y poco a poco fueron desapareciendo las poesías y cantos que ella inspiraba.
Pasaron los días y la luna seguía consumiendo sus días en banalidades terrenales, hasta que una noche, se perdió en el bosque en el que su lobo la esperaba, y sin darse cuanta de donde estaba, se adentró en el bosque siguiendo el aroma de una flor que la embriagaba con su dulzura y con la que pensó hacerse un perfume. Cuando se quiso dar cuenta cayó exhausta entre las raíces de un árbol, sin haberse dado cuenta, había estado horas y horas persiguiendo ese aroma. Pensó que ese era su final y pidió que antes de que muriera allí en el bosque deseaba volver al cielo, con la pena que la impusieran por tal desobediencia, pero justo antes de que pudiera acabar su plegaria, se despertó con un beso de su amado, que convertido en hombre (lo cual sucedió al bajar la luna a la tierra como regalo por la ternura que su mutuo amor despertó en los dioses) la buscó durante todo ese tiempo.
Ella preguntó que porqué ahora, que por que no había abandonado su búsqueda después de tanto tiempo.
El contesto que la amaba, y que jamás podría luchar contra ello. Por mucho que el lobo intentó olvidarla, cada cosa del bosque la recordaba a ella. Ella confesó que estaba tan triste al ver que su amado no estaba, que decidió intentar olvidarle, pero si penetró en el bosque fue porque el olor de esa flor era el mismo que fue testigo de su amor en la distancia cuando el lobo la aullaba desde el lugar más alto del mundo. Y no pensando  que quizás el yacía muerto, quería que el olor testigo de la mayor felicidad de su vida, la acompañara para el resto de la eternidad.
Se besaron y se amaron durante toda la noche, y al llegar la mañana, él se despertó sólo, convertido de nuevo en lobo, mientras miraba arriba y aun podía contemplar a su luna, que llevaba ahora en su brillo, la sombra de su lobo.
Así el único castigo de la luna, fue restringir sus bajadas a la tierra hasta que pudiera demostrar que su amor sería eterno. Y por eso y hasta que los Dioses quieran, la luna sólo podrá bajar a la tierra tres días al mes para ver a su lobo, que esos días será un hombre para amarse con todo su alma. Por eso las noches deluna llena, el lobo desde la distancia aulla a la luna para que bajé y ella le devuelve el aullido reflejando la sobra en su rostro.

la historia secreta de la luna

Toda una noche pensando en que podría ser; toda una noche derrochada en no pensar que es ahora. mientras la luna no sabe con demasiada certeza si crecer o desaparecer del cielo, solo una cosa clara, cada vez que se acerca a la tierra y ve la sombra de su lobo su brillo deslumbra el planeta entero.
Sin miedos, esta vez. Sin pretensiones de futuro, sin promesas más que las de un corazón ardiente  que ni las nubes del cielo logran esconder. Sin nada claro pero con más certezas que nunca.
El secreto de la luna no es otro que el siguiente.
Ella está condenada a vivir allá en las alturas, en ese lugar en el que nunca podría ser tocada, así que de vez en cuando; cuando hay luna nueva, es porque la luna tiene permiso para bajar a la tierra y busca a su amor.
Buscó durante años, pero sin la certeza de haberlo encontrado, cesaron sus intentos de búsqueda y se conformó con el frío que algunos lunáticos muy cuerdos la ofrecían desde su inseparable distancia. Pero una noche un lobo se subió a la roca más alta de todo el mundo para demostrarle a la luna su amor.y permaneció noches y noches cantándole con sus aullidos la pena de su corazón.
Noche tras noche y sin saber porqué, la luna se iba haciendo más y más grande y su brillo iba iluminando más y más hasta que una noche se llenó por completo del amor de aquél lobo y decidió que cuando pudiera bajar a la tierra le buscaría y dejaría su corazón a su merced.
Y así fue, poco a poco se fue escondiendo en el cielo, dejándose ver cada vez menos, hasta que una noche ya no apareció, y se convirtió en una bella dama ataviada con bellos y finos ropajes de color blanco, adornados al rededor de su pelo...



...................................................................continuará...........................................................................

Detras el tiempo

Ella quería gritarlo a los cuatro viento, dejar de lado todo para  lanzarse a las garras del compromiso y por fin vivir ese sueño que siempre la acompañaba por las noches segundos antes de irse a dormir. Pero sabía que repetirlo de nuevo no iba a desatar una reacción en cadena que hiciera que su sueño interrumpiera más pronto en su vida. De todas formas no vive nada mal. Comparte habitáculo con personas en su mayoría agradables, ha encontrado dos amigas que son su gran apoyo y por primera vez no la juzgan, si, hay que ver caras que a una no le apetece ver ni en pintura pero eso es lo de menos, tres palabras a tiempo evitan situaciones incómodas y ella lo sabe.
Estudia una carrera que parece que,  a parte de no costarle demasiado, la apasiona la mayor parte de las veces, a demás tiene una persona especial a su lado que la ama que se preocupa de que sea feliz y sobre todo y como dice todo el mundo, ese chico es una buena persona que nunca la ha hecho sufrir. ¿Cuál es el problema?
Realmente su único problema es ella misma, sus prisas por llegar al sitio donde empiezan otra vez las prisas por llegar al siguiente sitio y como no, que esa persona tan especial para ella, está a algunos kilómetros de distancia. Y el problema es que se aman porque se hacen sentir felices cuando están juntos, y claro está, están demasiado poco tiempo juntos.
Ella adora pasar las horas con él y teme que el tiempo que pasan separados, cambien su manera de ser y llegue un día en que no se sientan igual cuando están juntos. Pero muy dentro de su corazón sabe que eso no será nunca así. Y consecuentemente se pasa las horas luchando con los segundos para arrancarles su jugo mientras intenta ignorar que los minutos se quieren quedar para siempre inmóviles en su reloj. Por eso las tardes se hacen tan largas, por eso cuando cae rendida en la cama, la asfixia la sensación de vacío a su alrededor, falta él a su lado y lo intenta suplir con un perro de peluche de nombre Mozart que hace demasiados años que cobija sus penas en su suavidad.
Al menos están ellas, si no ya habría alcanzado la locura. Aunque parece que ya todas perdemos las fuerzas, flaqueamos y mostramos nuestra debilidad en forma de comportamientos raros. Pero nos aguantamos porque nos entendemos, estamos las tres igual.
Está noche no la queda otra que paliar el calor con un zumo mientras ve una película de amor que la recuerda que lleva demasiado tiempo sin él. Lo que posiblemente la haga terminar el día contando los segundo que quedan par volver a rozar sus labios mientras cae en un inevitable sopor que la recuerda que dormida el tiempo pasa más rápido...

Decisión.

Por fin se han ido las sombras  que oscurecían mi cielo. He subido de nivel, he dejado atrás todo lo que era y hoy por fin puedo decir que he comprendido quien soy. Me he integrado en mi siguiente nivel de desarrollo después de varios años con un pié arriba y el otro bien anclado abajo.
Cuando he perdido toda esperanza, cuando me he dejado tocar fondo me he liberado y he vuelto; yo en mi.
Hoy he tenido una de las sensaciones más grandiosas de toda mi vida, he sido capaz de comprenderme por un segundo, he sido capaz de conocerme por unos instantes y sobre todo he aceptado mi pasado y he disgregado con que quiero quedarme y con que no.
El viento vuelve a correr a través de mi en vez de azotarme. Ellos tienen razón, hay que soltar todo pues cuando te aferras sufres. Hay que amar sin atar, sin esperar, sin expectativas.
Mis ojos están ahora de testigos en todos los sitios a la vez, la perspectiva aumenta en relación a lo libre que te dejas ser y después coger aliento para llenar tu vida de lo que tu decidas.
Yo decido Amistad, sin condiciones, sólo con acciones de cariño y empatía.
Yo decido Amor sin palabras si no con actos, libre y con la única obligación del sentirse feliz.
Yo decido Trabajar  con todas mis fuerzas en mi futuro, sin perder el tiempo y alimentando mi mente.
Yo decido Entregarme a los demás sin medir esfuerzos ni escatimar en tiempo.
Yo decido Ser Íntegra y Enteramente YO en cada momento.

Diálogo con un trozo de chocolate

-Ya nos hemos vuelto a quedar solos otra noche más, por fin el teléfono ha dejado de sonar, corre el viento a través de la ventana, y mi libro de noche me esta lanzando una mirada de seducción a la que no se si seré capaz de resistirme demasiado tiempo, ¿Te importaría compartir cama con él?. ¡No me mires así!, después de todo solo eres uno más, tu predecesores no juzgaron nunca mis proposiciones. Vale, está bien, nos daremos el lote sobre mi escritorio, total, vas a durar lo mismo que todas las noches. Se que es una manera poco bonita de empezar a comerte pero, ¿no te sientes a veces solo? ¿cómo desligado del mundo? ¿cómo el único que da fuerzas a todos y aconsejar a todos? ¡Se que no es verdad, deja de poner esa cara de amargura! Pero es que hay veces que creo que me tienen miedo. Sí, miedo, pero no de mi, si no que no se atreven a aconsejarme, creo que a veces me ven como por encima de las cosas terrenales y piensan que es inútil decirme nada porque ya lo sé de antemano. ¡No sabes cuantas veces me encantaría que me dijeran eso que creen que no hace falta decirme!¿Tú crees que me entienden? no he dicho comprender, eso sé que lo hacen, digo entender, en el sentido profundo de la palabra. Claro, no hables no hace falta tu silencio es suficiente... Pero yo también necesito fuerzas, necesito carburante y una ración extra de ánimos. Bueno vale puedo sobrevivir sin ellos, pero me hacen muy feliz. Claro que les quiero, a los tres, a mis dos preciosas niñas que ya se están haciendo mocitas y a mi cielo de niño que ya está dando sus primeros pasos.¡No se por qué me preguntas esas cosas! ¿Tu crees que doy la sensación de no necesitar cariño? Va da igual no respondas. Sólo es una noche más... ¿He donde te has metido? ¿Ya has acabado? ¿Esta noche has durado menos que nunca? Que pena que solo seas un trozo de chocolate... En fin creo que iré a por otro que aun me queda algo que contar, a ver si el siguiente tiene un sabor un poco más dulce que tu.

Indómito

Cómo un pura sangre desbocado palpita mi corazón al oír de nuevo tu voz tintineando alegre en la distancia.
Contra el viento, y las mareas, sobre inclinadas montañas rocosas, a través de frondosos bosques de mas de mil años de antigüedad y en medio de frías noches de hielo podría hoy galopar sin descanso tras volverte a ver a ti sin máscara alguna de apatía en el rostro.
Y desfilar con elegantes aires de orgullo encabritando su crin al pasar ante la atenta mirada de una luna bañada en azul turquesa que esperaba este día cómo si de una novia ante su altar se tratara.
Y mi estrella me guiña un ojo, mientras arranco del suelo al pasar las finas hebras de hierba que la luz de la luna tiñe color marfil.
Hoy tu amor se ha vuelto a enredar en mi pelo y a quedarse despierto hasta el amanecer esperando que abra los ojos para saber que estoy bien.
Quédate a mi lado, tejiendo sueños con retazos de las noches de un hoy y cabalguemos juntos de nuevo en el mismo corcel desdomando sentimientos de corazones indómitos como los nuestros, que cuando despiertan parece que el mundo y hasta la luna se la van a comer.

Por ti

Se me deshacen las palabras mientras intento transportarlas desde mi corazón hasta el teclado.
Se deslizan en forma de gotas de sudor que empapan mis cuerpo y se disuelven entre mi dedos sin llegar a decir lo que querían. Pues aunque su forma está, su significado se ha quedado anclado a mis dedos sin querer traspasar al otro lado del ordenador. Quizás sea porque estas lejos y esos sentimientos quieren llegar a ti sin intermediarios. Quizás temen no ser comprendidas desde la distancia o simplemente sea que se encuentran sin voz por solidaridad, desde que te oyen casi mudo tras un hilo de voz cada vez más débil al otro lado del teléfono.
Sueños; toda la cálida tarde se ha llenado de sueños junto a ti, días cotidianos que parecen que a tu lado se transforman en nuevos, pero temo no encontrar al tú que imagino de ti tras ellos, un tú que hace tiempo que no veo.
Cómo una nube de tormenta que nubla tu alegría y me impide ver el sol que hay en ti. No estás sólo, yo estoy aquí, y si el camino se te hace largo y duro avísame; no se como, peor creo que te puedo ayudar.
Una vez pensé que casi te pierdo y eramos los dos los que estábamos perdidos. Esta vez, sé donde estoy y seré tu luz y por mucho que sople el viento para intentar apagarme, Siempre Brillaré por ti.

Días antes del día del juicio final

Nadando entre ríos de tinta, en océanos de conocimiento, en mares de sabiduría contenida en unas muchas palabras; demasiadas para mi gusto. Horas que se disfrazan y aletargan en un espeso aire rebosante de calor y sin embargo huyen de mi reloj y se quedan olvidadas silenciosamente en el pasado.
Y en medio de todo esto, emergiendo de un río de lava de letras de colores la más pura de las concepciones de mi misma, resplandeciente en medio de todo el trabajo. Y testigo de mi felicidad, mi sonrisa que brilla con luz propio en mi corazón.
La felicidad está en ser completamente con lo que se está haciendo, en penetrar en ello hasta fundirte en una sola cosa. Y en ese momento el tiempo desaparece, el mundo desaparece, el calor desaparece, y es todo un sólo ser que eres tu.
Nutrir la mente con esfuerzo jamas había tenido un sabor tan dulce.
El hombre se encuentra a sí mismo en las cosas que hace cuando se involucra en ello y ahí descubre la verdadera felicidad.
En este caso el amor ayuda a mantener las expectativas altas y a sonreír un poco más si se puede en medio de la noche.
Hoy es un día honorable, pues he descubierto el secreto de la verdadera felicidad. Y eso hace que ame con más fuerzas que nunca.

Reencontrar.

Hace tiempo que no te encuentro en medio de mi camino entre el placer y el amor.
Las puertas selladas de mi deseo no son solo para ti. Yo tampoco pude entrar en mis adentros para dártelos como cada noche solíamos hacer. Pero la muerte ha vuelto a bailar conmigo instantes antes de que mi cuerpo cediera a su antojo. Y me ha negado mis propios deseos escondiéndolos en un espejo que sólo refleja lo que hay fuera pero no deja ver nada del interior.
Miraste a mis ojos y rompiste el embrujo que embargaba mi razón.
El recuerdo de suaves tejidos de piel de seda envolviendo mi corazón mientras tu produces la música que mi corazón reproduce.
Tiempo, solo y como de costumbre era solo eso. Tu voz es la llave de mis secretos. Tu aliento el cálido pasar de las horas junto a ti.
Después de todo, siempre he sabido quien eras, quien somos  cada vez que nos redescubrimos como la primera vez, despojados de toda identidad salvo la marcada en las líneas de dos cuerpos que se enloquecen por amor.

Realidad paralela

De nuevo casi la muerte y otra vez vuelta a empezar.
Pero esta vez todo es distinto; la sensación de mareo, la época del año, el lugar y sobre todo el después.
Después de la muerte otra vez la vida, pero con diferente tonalidad. Es como si hubiera entrado en un bucle espacio temporal del que al salir todo y nada hubiera cambiado. Porque todo sigue igual menos yo.
Es como si todo lo que hubiera a mi alrededor fuera irreal, como si nada existiera del todo, como si todo se escapara de mi control.
Y aunque mi cuerpo ha quedado bastante dañado, lo que más perjudicado ha salido ha sido mi ilusión.
Al verme cara a cara con la nada, he perdido casi todo, no veo metas, ni fines, ni lugares que alcanzar, nada me llama la atención, nada supone un reto continuo, vuelvo a estar perdida y por primera vez en mucho tiempo, tras haber intentado adaptarme a esta nueva situación he llorado de miedo al no reconocerme. Y una pregunta ¿Dónde están mis pasiones?
Sólo estoy completamente segura de algo, algo que durante este tiempo ha permanecido inmutable; mi amor por ti y las ganas de sentirme entre tus brazos y gracias a ti todo parece tener algo más de luz.
Quizás necesito tu ayuda para poder retomar mi camino sin miedo. Junto a ti.

Frío

El viento soplaba de frente, haciendo que varios mechones de su cabello bailaran rebeldes como llamas de fuego en una noche de tormenta. Pero aun era de día.
Ella había emprendido la marcha hace no mucho y  aunque no sabía con demasiada precisión hacia donde se dirigía se hizo a la idea de que el camino sería lago.
Alzaba la mirada casi por encima de los tejados de las casas, la cabeza alta como dando la sensación de que tenía el momento controlado por completo. Aunque muy a su pesar, eso estaba demasiado lejos de la realidad. Ni si quiera sabía como reaccionaría al verle, ni tampoco sabía como debía saludarle pese a que barajaba más de 10 opciones en su cabeza, ninguna la acabó de convencer.
Llevaba ya más de medio camino cuando por un segundo miró al suelo, sabía que esos zapatos acabarían por reventarla los pies pero aun así hizo acopio de toda su cabezonería, no se arrepentiría de habérselos puesto.
Mientras un leve dolor le subía por las piernas a causa de los zapatos, sus pensamientos parecían un bullidero de sin razones, una cascada de teorías futuras mezcladas con algún recuerdo del pasado que le golpea en forma de viento cuando giró una esquina.
Por fin llega, o eso cree. Otea los alrededores buscando una cara conocida y lo primero que ven sus ojos son un par de amapolas supervivientes a la tromba de agua de días anteriores. Tenía que ser allí, al menos esa era la sensación que le daba.
De pronto, una figura con dominante color negro asoma al otro lado de un cruce, Si, es él, no cabía lugar a  duda, aunque algo diferente, su esencia era inconfundible.
Ambos se acercaron sin demasiada prisa. De la voz de ella salió una frase ingeniosa que resonó a lo lejos mientras procuraba callar el dialogo interno de su mente.
Dos besos, era de esperar, ninguno de los dos habría esperado algo diferente.
Un nombre, una firma, el DNI y la hora, mierda era bastante tarde así que un perdón salio de un tenue hilo de su voz.
Después: dos puertas, un ascensor, otra puerta y por fin llegaron. Que curioso a él no le pegaba nada aquel sitio. Un té y varios minutos de charla cercana a la insustancialidad. Distancia, mucha distancia, alusiones al pasado y alguna que otra mirada que aclaraba la situación siguiente.
Después, una puerta, el ascensor, otras dos puertas, una firma y un hasta luego que esta vez no fue precedido de ningún contacto físico.
Si, fue algo frío lo sé, pero será mejor no echarles la culpa a ellos, dejémoslé la responsabilidad al tiempo. Otra vez de vuelta el viento seguía intentado revolverla el pelo pero ella sacó un cigarro para disolver en sus cenizas la tensión.
Había pasado demasiado tiempo y ella lo sabía desde el principio, peor aun así, las amapolas seguían en pie a lo largo de su camino, quizás si fue el tiempo el responsable, también sea el tiempo la cura, quien sabe...
Pero sus pies seguían alejándose cada vez más y no puso ningún impedimento en que eso sucediera.
Algo se había perdido, y ellos bien lo sabían, o por lo menos lo descubrieron esa tarde, algo que costará bastante retomar, pero la verdad es que quedaba bastante tiempo por delante para que aquella primavera se deshiciera del frío y volviera a convertirse en verano otra vez.
Probablemente ella cogiera el violín esa noche y tocara con cierta melancolía algunas notas, o quizás se limitara a ocupar su mente con otros asuntos, eso dependía de ella. En cambio él, probablemente se quedara pensando en una realidad paralela, o simplemente se quedara leyendo en su habitación.
Pero daba igual, lo importante es que ambos volvieron a verse después de más de un año, y el regusto de la cita les dejó un sabor a la vez insípido y quizás algo amargo. La próxima vez le pondrían un poco de sacarina al té.

Sombras

De niña, temía a la oscuridad., me sentía desprotegida cuando no veía más que la nada, le temía a algo invisible. Fui creciendo y este miedo desapareció, pensé que era libre. Pero muy lejos de ellos, un reducto del pasado se vino conmigo, ya no le temía a la oscuridad, pero si a las sombras.
Las sombras de mi misma, aquellas que se deslizan por el pasado y vuelven y aquellas que pasean muy cerca de mi.
La oscuridad es el desconocimiento, en cambio las sombras son el conocimiento de la existencia de algo que desconoces.
Pensé que  habían desaparecido de mi vida, pero venían detrás de mi, pisándome los talones.Intenté reconocer de que eran, creyendo que al encontrar la imagen que arrojaba la sombra todo se solucionaría, pero al seguir su contorno entendí que la imagen no era otra sino mi propia sombra. ¿Debía luchar contra  mi misma? No. sólo tenía que buscar la luz, mi luz; tu.
Y cuando te encontré, me encontré y la sombra desapareció.
Comprendía que las sombras que nos persiguen no son más que partes de nosotros que somo incapaces de comprender.
Abrir los ojos ante nosotros mismos y dejarnos iluminar.

Demonios

Sucumbir a las llamas del miedo, deslizarme en un mar de lágrimas hasta un abrasador sentimiento que despedaza mi alma a ras de suelo. Sentir como mi piel se eriza y busca el frío de palabras que ni si quiera creo como verdaderas. y sentirme perdida y sola. 
Dejar que mi temblor se acompase a una melancólica melodía creada por el más doloroso instrumento que suena en manos de un demonio que se esconde tras las oscuras sombras de mi misma. 
Melodía mortuoria contra la que debo luchar, pero en vez de eso, dejo que me invada por dentro y por fuera.
Dejo que me posea, que se haga dueña de mi voluntad, que deje emerger de mi, el lado oscuro que hace tiempo pensé olvidado. 
Y en un enlace de acordes infinitos en la menor, voy haciendo acopio de mis fuerzas, recuperando mi cordura, y me abrazo desesperadamente a los brazos del amor. 
Ellos me hicieron perder la fe. Quisieron domar mi corazón y llevarlo a su reino. 
Son ellos, mis demonios, la oscuridad constante que habita a la vuelta de mi corazón. La inseguridad, el miedo, el desconsuelo... quisieron hacerse dueños de mi mente y de mis sentimientos. Quisieron apoderarse de mi razón y de mi sin razón.
Pero una vez más la luz ha ganado a la oscuridad. Y tus ojos, en medio de la batalla, iluminaron mi noche. 
Blandiendo mi espada de amor, trajiste a mi una sonata de Bach y entre los dos herimos con su propio fuego a esos demonios que sin escrúpulo alguno trataban de enajenar mi canción. 
Es difícil tener valor para clavar mi espada en mi propio cuerpo y dejar que se desangre una parte de mi. Pero me hiciste saber que lejos de morir, podría resucitar de este modo mi fe. 

Ahora aquí estoy, tan lejos de aquel momento, tan lejos, de nuevo, del infierno, que casi parece olvidado, pero la cicatriz de aquella noche en medio de mi pecho me recuerda a cada momento quien eres y quien soy. 
Símbolo de una victoria dolorosa. 
Y en vez de enterrar los cuerpo de mis endemoniadas víctimas, las hice desaparecer en el fuego que prendiste de nuevo en mi corazón. abrasadas en su propio infierno para asegurarme de que no regresen jamás. 
Te nombro guardián de mi reino pues sólo tú eres digno de merecerlo y mi corazón te pertenecerá siempre. 

Causalidad

¿Fueron tus ojos los que trastocaron mi consciencia y dañaron mi razón?
Claro que no.
¿Fue tu piel tan distante de la mía la que consiguió robar mi cordura y asomarse a mi corazón?
Claro que no.
¿Fueron tus palabras las que enloquecieron mi prudencia y aniquilaron mi desazón?
Claro que no.
¿Fue la casualidad, un instante en el lugar correcto, en el momento correcto, el descubrimiento correcto que tanto tiempo llevaba buscando.?
Claro que no
Las coincidencias están ahí para que en un futuro feliz puedas recordarlas y decir muy orgullosa, -Las coincidencias no existen la vida está en cierto modo marcada-.
Puede que fuera la primavera la que despertó tal desvarío en mi, pero esa vez, justo esa vez, yo no busqué y fui encontrada.
Pero ¿Y tú? Aun el misterio revolotea en torno al futuro que tan complicado veo.
A partir de ese momento cada día se convierte en nuevo.

¿Cuanto de inalcanzable esta todo?
De nuevo lo único de lo que estoy segura es de que sólo sé que no sé nada.
Puede que por primera vez esté equivocada,
pero eso siempre me ha dado igual de algún modo.
Hace tiempo pensaría que me estaba demenciando perdiendo mi capacidad
pero hoy por hoy puedo afirmar que todo se puede haber debido  a la causalidad.

Pidiendo tu aquiescencia.

¿Se puede saber desde cundo intento trepar desesperadamente por una enredadera de semejante tamaño? Si me pierdo es mi problema, me digo mientras me intento dar explicaciones a mi misma.
No se cuando perdí el sentido de la orientación, quizás fueron un par de palabras nada más, un destello que se balancea invisible desde un ojo. Será que todo se torna aburrido porque se demasiado sobre como saber. Pero no me convence. La nada nunca estuvo tan repleta como en este pasado presente.
Dicen de mi que cuando quiero extrapolar algún algoritmo interno aquiescente colmado de desesperación y algún que otro sentimiento incongruente que se desvanece cuando recobro la consciencia de lo acaecido mientras desperezo sorpresas en el ocaso de un sin sentido con una explicación muy exacta y definida de lo que es inexplicable, me complico demasiado pero es la única forma en la que puedo decir lo que quiero decir. Porque por suerte o por desgracia soy demasiado compleja.
Y un zumbido como de mosquitos me quita el sueño, cuando intento despereza mi corazón de fotogramas instantáneos de algo que no sucedió. 
Pero por ahora, le dejaré al destino que leas lo que debas haber leído, y pediré a la suerte que lo hayas entendido como en el momento de escribirlo quería que fuera sentido.

Fénix

é 
¿Quién necesita principios  cuando se trata de supervivencia?
Tratamos de esconder nuestro verdadero ser tras máscaras con nombres como la honradez, honestidad, fidelidad…  falacias de nosotros mismos al fin y al cabo.
Se nace con una forma de ser impresa en nuestro ADN y por mucho que intentemos cambiar, lo más cerca que estamos de algo un poco mejor de nosotros mismos en puliendo pequeños detalles forjados a base de acostumbrarnos al nuevo rol de vida. Pero  nada más lejos de la realidad.
Mentira;
Quien mintió desde la cuna, no deja de mentir de una día para otro, simplemente aprende a camuflarlo, matiza su “don” hasta que llega a ser imperceptible ante los ojos de los demás.
Tacañería;
Estos sujetos no dejan jamás de querer más para ellos mismos. Si nos parece que si generosidad se desborda, quizás sea porque detrás de esta glamurosa actuación, realmente ansíen otra cosa, inmedible a nivel tangible (prestigio, poder, aceptación).

Infidelidad;
Tema delicado dónde los haya, pues en este caso, si no vuelven a serlo en la práctica,  su mente ebullirá de pensamientos impuros que desembocarán en una infatigable actividad entre su mano y si mente.

Miedo:
Es irreal pensar que el cobarde tornó en valiente a la velocidad del rayo, simplemente,  puede que su miedo a la reacción pública se encargue de realizar por el alguna proeza. Aun así seguirán temiéndose  a si mismos más que a otra cosa en el mundo.  

Pero hay un tipo de miedo que supera los demás;
Miedo al dolor;
Las personas que sufren de miedo al dolor, están marcadas de por vida. Y no me refiero a un dolor físico, sino al dolor que se siente con un no, con una mala obra o con un dolor  intenso en el corazón, manifestación de habérsele entregado a alguien que lo ha destruido.
Me detendré un poco más en describir  a estas pobres víctimas de si mismas, que jamás gozarán de verdad.
Hay dos tipos de personas;
Las que intentan distanciarse de la humanidad dando un trato infra humano a los demás, procuran engrandecerse a si mismos a costa de humillar a los demás. Se divierten haciendo verdaderas gymcanas  socio-personales con las personas de su alrededor.  Y el único momento de disfrute en sus vidas es al ver los destrozos que colman su alrededor.

Y los que entregan apasionadamente cada segundo de su vida por el resto, haciéndolos sentir especiales, procurando alagarles, pero eso sí sin implicarse emocionalmente, parece que si, pero muy lejos  ese gesto desinteresado y apasionado,  se esa persona que jamás pondrá realmente sus carnes en el asador por nada, ya sea pareja, trabajo, estudios, amigos… Puede parecer que hacen  verdaderas locuras por los demás pero al final, cuando ven en peligro su integridad sentimental o intuyen comenzar a implicarse en algún asunto, estas personas desaparecen dejando tras de sí una espesa niebla que rezuma astucia.  Hay que tener verdadero cuidado con estos individuos, pues el nivel de adictiva adrenalina que causan en los demás al mostrarles ese lado ficticio de entrega  puede llegar a producir insomnio, dolores de cabeza, angustia, dolores de corazón y depresión. Pueden confundirse con personas de escasa maduración, con niños, con dementes, dar la sensación de que realmente no saben lo que quieren, pero en realidad son unos de los más peligrosos sociópatas, que buscan desesperadamente algo o alguien donde agarrarse hasta el momento en que les vuelva a entrar el miedo.

Realmente, estas personas son sus propias víctimas, pues a diferencia de los anteriores, los cuales adquieren un verdadero subidón de testosterona, estos jamás llegan a disfrutar de absolutamente nada en su vida pues ellos mismos se encargan de destruir sus ilusiones milisegundos antes de que estas se den por satisfechas.
Esto no quiere decir que todos tengamos que ser malos, es simplemente cuestión de grados. Y aún los malos tiene lados muy positivos.

Podemos torturarnos procurando darle a entender a la gente que hemos cambiado, Pero al final siempre acabamos siendo quienes somos.
 La única manera de acabar con ese pedacito de nitroglicerina que se alberga en nuestro interior es matarnos a nosotros mismo y  resurgir de nuestras cenizas.  Y sólo el amor es el arma perfecta que consigue deshidratar nuestros miedos. Pero para ello es necesario dejarse amar.

Sin memoria

Pretendes que la roca tallada torne de nuevo lisa.
Que las olas del mar reescriba las palabras escritas en la arena
que borraron hace una eternidad.
Quieres devolverle la vista al ciego que una vez tu le quitaste.
Secando corazones enjugados en lagrimas secas y cerrando heridas ya cicatrizadas.
Intenta dormir bajo las estrellas de un firmamento apagado.
Sorteando obstáculos por un camino cerrado al paso por obras en el corazón.
Silenciando melodías que sonaron hace ya demasiado tiempo.
No te sorprendas cuando te descubras que quieres volver a vivir algo que nunca sucedió.
Y recuerda, el olvido tiene recuerdos.

Todo podría pasar, nada es imposible, pero hay una regla fundamental para cumplir todo esto, no tener memoria.

Las golondrinas ya regresaron a sus nidos pero tu sigues soplándole  al viento; cazando recuerdos en forma de mariposa con una caña de pescar.

El otro lado de la puerta

-Toc toc.
-¿Quién es?
- El destino.
- Pasa, pasa, que te estaba esperando.
Y mientras tanto dejemos que pasen las horas entre cigarrillos y versos.
Un alma, dos almas, una canción, dos, tres...
Y siguen fluyendo los versos en común de dos vidas diferentes.
- ¿Quién me dijiste que eras?
- La casualidad.
Que bien te estaba esperando, siéntate y ponte cómoda que me da la sensación de que nos quedan muchas horas por delante para que la casualidad deje de ser tan extraña, mientras tanto, que tal un té y otro cigarro.

Recuerda, la puerta está abierta siempre a la espera de una nueva coincidencia.

Cristales rotos

Cómo Un frágil sueño que parece romperse en mil pedazos al despertar que son  barridos  y acumulados en el rincón de los recuerdos olvidados; de los momentos pasados que dicen siempre fueron mejor.  
A mi también se me rompieron hace algún tiempo, la única diferencia con los pedazos del resto de las personas es que yo nunca les barrí, aun yacen en el suelo de mi habitación de los secretos, esparcidos ocupando todo el espacio, creando una alfombra de afilados espejos que guardan en su reflejo pedacitos de mi alma.
A veces visito descalza esa habitación, dejando que todos esos  cortantes pedazos de mí, se claven en mis pies, haciéndolos sangrar los sentimientos que ellos mismo produjeron un día, haciendo despertar mi nostalgia, obligándome a empañarlos con el cálido líquido rojo que emana de mis pies, elixir  imprescindible de mi vida, y siento como bajo la planta de mis pies aun alguno de ellos  intenta respirar y alimentarse de mi propia sangre pero les queda ya poco aliento.
En mi cabeza vuelvo a oír esa melodía  hueca que resonaba hace tiempo en los Ilimitados días de lluvia,  y me pongo a bailar sobre los cristales,  extendiendo mis alas oxidadas  y  tiñéndolas con la sangre de mis pies al rozar el suelo. Después silencio.
Puede que aun se pregunten si sigo volando como lo hice con aquel efímero sueño, en un suspiro ahogado contestaré a su pregunta; Si, aun me dejan  volar, pero no tan alto como antes

                                                                              .



Adicción

Te repites a ti misma que esta será la última vez, que todo cambiará, que tu puedes...
Inútilmente te alejas de ello, aprietas el borde del jersey con las manos para dejar de sentir ese escalofrío que como otras veces recorre tu espalda en busca de alguna distracción aparente. Te das cuenta de que tu mandíbula está apretada como de costumbre, intentas apartar la atención del hormigueo que empieza a subir por tus piernas, estas tensa, las pupilas dilatadas, empieza a recorrerte el frío, un frío mortuorio que te recuerda que aun tienes en algún lugar escondido un pedacito de esa droga que tan feliz te hacía. Te recuerdas a ti misma la promesa que hiciste hace tiempo... la promesa que acabas de rehacer, intentas evocar a tu mente las razones que tan sólidas parecían cuando dabas esa última calada... ahora esas razones parecen disolverse como el humo.
En un rincón de la habitación, sola, acurrucada contra la almohada, rezando para no tener la fuerza suficiente de levantarte y volverlo ha hacer....
Por tu mente un remolino de recuerdos que te acosan y te empujan a emprender de nuevo el camino incorrecto; la primera vez, sentir como el humo se escapaba entre tu risa, la mano ocupada en otros menesteres, la compañía de ese amigo fiel en los peores momentos, sentir su sabor en tu boca, saborear hasta la última y ardiente calada que dejaba un mal sabor... tu ropa ya no era la misma, tenía su toque personal. Tu piel mudaba poco a poco su color, el olor ya no era el mismo, eras dependiente de esa gélida muerte que atascaba tus pulmones, que te impedía la respiración... pero era mi fiel amante, el jamás me dejo sola, el jamás se alejaba de mi... pero sabía que era algo imposible, sabía que su triunfo era mi derrota, sabía que al final sería el o yo.
Pasaron los días, los meses, los años... y juntos vivimos situaciones inesperadas, momentos para la posteridad, pasaban los días, los meses, los años, y poco a poco su presencia mellaba mi salud, no podría aguantarlo más.
Un día frío de octubre mi cuerpo no pudo más y cedió a tu chantaje, sabía que el precio de nuestro desvarío sería alto pero nunca pude imaginar llegar hasta el mismo borde de la muerte.
Quisiste acabar conmigo, quisiste matarme, pero yo fui más fuerte que tu.
¿Sabes? la muerte no es tan dolorosa como la pintan, de hecho en ese momento creí poder por primera vez liberarme de tus dulces y atrevidas artimañas para siempre. En el fondo darle la mano a la muerte me sentó bastante bien. Y decidí olvidarte para siempre. Yo no había muerto pero tu para mi habías cruzado el umbral de mi vida hasta el fin de mis días.
Al principio fue fácil odiarte; convencerme de que tu para mi no significabas nada, fue fácil hacerme creer que lo nuestro había llegado a un punto final sin retorno.
Podía volver a salir a la calle sin temor de que tu invisible mano volviera a tocar mi cuerpo. Paso el tiempo y casi conseguí borrarte del todo de mi memoria, pero un día te cruzaste conmigo y tu olor volvió a embriagar mi espíritu. Mi corazón palpitaba a mil por ahora, la respiración comenzó a acelerarse, otra vez  una gota de sudor frío cruzó mi cara, pero fui capaz de contenerme, y de darte de nuevo la espalda, pero era demasiado tarde; otra vez volvía a pensar en ti, volví a recordar como rozabas delicadamente mis labios y te adentraba en mi boca en busca de mi vida.
Comencé a pensar en ti día y noche, me dí cuenta de que no podía sacarte de mi cabeza y de nuevo el día menos pensado nos volvimos a encontrar cara a cara y aunque mis lágrimas me recordaron lo que un día hiciste conmigo, esta vez, no pude vencer la tentación y volví  caer entre tus brazos como una idiota.

Esta vez fue algo diferente, al principio fue como si no quisieras estar cerca de mi y rechazaras mi cuerpo que se ofrecía como tu hogar, pero hicimos un trato; recurriría a ti sólo cuando mi corazón no fuera capaz de soportar el resto, sólo cuando aquellos momento entre tu y yo fueran especiales. Pero no lo olvides lo nuestro es un secreto, nadie más debe saberlo.

Pero incumpliste la promesa y yo fui débil para decirte que no.
Cada vez estábamos más tiempo juntos, cada vez compartíamos mas horas del día en compañía, a cada momento dependíamos más el uno del otro. Hasta que un día me dí cuenta de que otra vez, volvías a dominarme, volvías a aprovecharte de mi, a alimentarte de mi vida a expensas de lo que yo deseaba.
Y hoy de nuevo te he dicho que no, te he querido echar de nuevo de mi vida, pero esta vez ya no es tan sencillo, ahora nadie nos vigila, ahora estoy sola, ahora esta batalla la tengo que lidiar solo yo.
y aquí estoy, intentado patéticamente esconderme de tus sombras, pidiendo al cielo que no te vuelvas ha acercarte a mi.

Receta

… y bailar al son de la vida…  sonreírle al pasado, queriendo contarle que ahora el ayer se ve de otro color…
Un reloj a lo lejos que me cuenta el tiempo, se ríe de las horas dejándolas pasar, a veces sin más, a veces de más.
No soy nueva, soy quien se escondía en el fondo de tanta confusión. Ahora con más de una razón para seguir como siempre, pero como nunca hasta ahora.
Ilusión; una palabra que hasta hace poco estaba pasada de moda en mi diccionario, sin prisas,  exigencias las justas que me dejen disfrutar de las obligaciones.
Tomar el sol en una plaza, y de vuelta, una sorpresa, un amigo que hace siglos que no veía. ¡Que casualidad! Pensaba haber ido por otra calle y  entonces no te habría visto. (Otro regreso al pasado que me hace cambiar de nuevo de opinión respecto a la vida)
El sol parece haber desaparecido del cielo (le habrán requerido en otra parte) pero su ausencia no significa que no siga brillando para mi.
En mi libro palabras que hoy va más que nunca con mi ánimo; autodeterminación, auto eficacia, sentirse útil, ser una misma, tener la dosis perfecta de libertad, la justa para no perderme, suficiente para poder ser feliz, necesaria para tener la sensación de control.
Receta para una tarde divertida bañada en salsa dulce:
-          Una cucharadita de ilusión.
-          Dos pizcas de factor sorpresa.
-          La cantidad necesaria de planificación para que quede consistente  la masa pero no demasiado espesa.
-          Tres cucharadas soperas de alegría y buen humor.
-          Una gran cantidad de amor (fundamental para que la tarde cuaje)
-          No meter la tarde en el frigorífico, podría estropearse.
Preparación:
Juntar todos los ingredientes en el orden que se quiera, poner mucho cuidado de no pasarse con la sal.
Revolver todo bien  y dejar la masa preparada para hornear.
Precalentar el horno a temperatura 220 grados de dulzura.
Meter en el horno con mucho cuidado de no quemarnos y dejar que se vaya haciendo muy despacito.
A la mitad poner el grill del cariño y seguir horneando.
En una hora mas o menos, estará listo para poder comer.

Advertencia; expectativas las justas para que al meter la tarde en el horno no se deshinche. 

Una vez que se ha disfrutado de este maravilloso postre de fin de semana  se sugiere quedarse dormidos muy juntos y abrazados.
Al día siguiente si a sobrado algo, se puede desayunar, dicen que es de los placeres mas dulces! 


Calma

Una tarde azul de invierno, un precioso canto de un violín que parce traspasar la radio y unirse a la quietud de mi espíritu, la sensación de haber hecho las cosas bien y por encima de todo la Clama de ver mi vida fluyendo acompasada con mi corazón.
Regresé de aquel caos que empañaba los ojos de mi existencia, ahora sé que todo va bien.
He vuelto del mundo de mis más horribles sobras con una sola enseñanza; Yo soy todo lo que hago, todo lo que me ocurre, todo lo que acontece a mi alrededor. Yo y sólo Yo soy la única responsable de mis sentimientos, de mis triunfos y mis derrotas, de mi tristeza y de mi alegría, porque son mis ojos los que ven, mis manos las que tocan, mis oídos los que escuchan, mi voz la que habla, soy Yo la que actúo y la que interpreto, la que deja que sucedan los acontecimientos...

Por esto soy yo la que debía ir sola a buscarme, y la única que me podía encontrar. Y por supuesto, soy yo la que elijo.
Siento, percibo, doy y recibo, escucho, aconsejo, me lamento y puedo o no puedo, en definitiva, la que vivo.
Sé que amo; que te amo, porque tu también eres Yo; tu propio Yo.
Y a tu lado nuestras almas sonríen en su propio Yo que es el Yo único que creamos cuando estamos juntos.
No puedo decir más que eres Tú, perfecto y exacto para mi Yo.

A veces pierdo el norte y me distanció de mi misma pero tu sigues siendo mi Yo.
No te rindas jamás de vencerte, pues en ti estas tu mismo y es por eso por lo que te quiero.
Tiempo, siempre viéndolo como un enemigo, pero cuando tu estás el no existe.
Opciones hay miles, opciones accesibles sólo hay las que tu te dejas ver.
No podría ni aunque quisiera dejar de sentirte en mi.
Intento seguir conociendo mi yo para poder conocer el tuyo, tan trasparente que ilumina siempre mi camino.
Obsérvame  no soy más que un Yo, que a veces se pierde pero que sin ti estaría perdido.

Cataclismo

A lo largo de los años has acabado con muchas cosas; has acabado el colegio, has acabado la niñez, has acabado otros estudios, has acabado con moto, has acabado borracho, has acabado con los días y las noches...
Pero también has acabado con tus propios sueños, son el poco sentido de la decencia que tenías, has acabado con tu orgullo y tu honor, has acabado con mi confianza, has acabado con mi fe en ti, has acabado con mi paciencia y para rematar has acabado contigo y sin mi.

Se acabó, PUNTO FINAL, me he cansado de estar siempre ahí, escuchándote, ayudándote, intentando comprenderte y guiarte, intentando ayudarte, intentando no fallarte nunca pese a las veces que tu lo has hecho consciente o no.
Me cansé de escuchar tus mentiras haciendo un arduo intento por creer que eran verdad,
me cansé de esperar a que estuvieras bien,
me cansé de descuadrar mi vida por si me podías necesitar,
me cansé, de mentir por ti,
me cansé de ser esa persona a quien recurres para cuando todo lo demás falla,
me cansé de buscarte y cuidarte,
me cansé de volverme loca de ser car-loca,
me cansé de que juegues conmigo, con mi tiempo, con mis sentimientos y con nuestra amistad,
me cansé de estar a la cola en tu vida,
me cansé de odiarte con ganas de perdonarte,
me cansé de que no te importe nadie más que tu a ti mismo,
me cansé de tus locuras y tu impulsividad,
me cansé de vivir a expensas de tus necesidades psicológicas y sobre todo
me cansé de esperarte sin certezas de si aparecerías o si esta vez no te dolería nada.

Así pues, y por todo esto te digo;
adiós a mi confianza en ti,
adiós a mis dolores de cabeza,
adiós a mis esperas frustradas,
adiós a mi tristeza,
adiós a mi paciencia,
adiós a mi consulta de fin de semana,
adiós a intentar creerme tus mentiras,

y para que sepas lo que has perdido por si algún día te das cuenta de todo esto;
adiós a tu "estabilidad psicológica"
adiós a las veces que buscas en mi tranquilidad y realismo
adiós a mis divertidas locuras,
adiós a que te tranquilice con una par de palabras,
adiós a contarme tus problemas buscando que yo te los solucione,
adiós a tener a alguien a tu lado que realmente confíe en ti.
adiós a que alguien te diga de corazón "creo en ti"
adiós a que te escuchen y te entiendan,
adiós a que te escuchen en estado de embriaguez,
adiós a que esté ahí cuando lo "necesites"
y adiós con todo el dolor de mi corazón a que alguien se preocupes por ti de corazón y sin esperar nada a cambio.
ADIÓS

Han pasado muchos años, pero hay un límite muy lejano que tu estupidez ha traspasado.
Seguramente creas que nos has perdido demasiado, o quizás haya perdido en este tiempo yo más que tu, pero cuando estés esta noche en la cama y te pares a pensar un segundo en quien de verdad dio algo por ti, sólo espero que esta vez te duela de verdad el corazón, si no es por lo que me has hecho, que al menos sea por lo que has perdido. Porque has roto algo que no se puede arreglar; mi amistad.

Se rompió el botón

En mi cuerpo hay un botón que al presionarlo enciende mis sentimientos, mis emociones, mis sueños...
Ayer lo estuve buscando desesperadamente para proporcionarme un chute de cualquier sentimiento.
Durante toda una tarde lo busqué incansable, perdí la esperanza y justo cuando iba a abandonar lo encontré, presioné, presioné con mucha fuerza, presioné repetidamente, pero no funcionó.
Mi botón ya no funciona, ya no puedo sentir ese  subidón de oxitocina, ni de vasopresina, ni de opioides...
Se acabó la reserva de dopamina, noradrenalina, prolactina, ni siquierea  óxido nítrico ni serotonina.
Estoy perdida en mi misa, inmersa en un recipiente sin contenido. Desentonada y con pocas ganas de tener ganas.
Me deslizo por toboganes con destino a ninguna parte, desenraizada de mi misma.
Falta tiempo, faltan estímulos, estoy vacía. Regresión al pasado URGENTE, a ver si encuentro algo de mi misma allí.
Pronto amanecerá con frío de color morado, ¿dónde están mis alas?
Volveré lo prometo.
Mientras tanto, por favor, no me hagáis fingir más de lo que puedo, porque estoy al borde del suicidio mental, a ver si me reencarno en mi de nuevo. Porque por hoy al menos por hoy Se Rompió el Botón de los sueños.

Otra fría noche (S)

Ahora que por fin logré tenerte, ahora que por fin puedo tocare y saborearte, ahora que consigo saber lo que es que el tiempo no exista cuando estamos juntos... Y a veces me dejas sonreír por ti, acariciarte y deslizarme por tu cuerpo, saber que en ti no hay para mi misterio alguno, ni en mi algo que no comprendas. Sin embargo otras veces mantenemos cruenta lucha por seguir indómitos, por no encajar el uno en el otro, sin entendernos sin intentarlo, distantes, olvidados.
Pero cuando saber que será esa fría noche la que por fin enmendemos el error, empecemos de nuevo, cedamos ambos por cada uno, volvamos a amarnos como la primera vez que por casualidad nos encontramos...

Espérame, mi eterno y triste amor.

Pues en mi corazón sé que estamos predestinados a ser felices juntos eternamente.

Pintando sentimientos.

Sonaron palabras que calleron en el vacío de tu olvido.
Desenmascarando secretos sólo para ti.
Intentando llegar más dentro de; sólo quería saber si es por ti, por tu pasado o por mi.
...Y no encontré respuesta alguna en la incongruencia de sus palabras.
Dándome la razón como a los tontos... ¡Pronto empezamos!
Qué más da que te hable con el corazón en la mano,
que más da que me muestre transaparente hacia ti,
que más da, si mi todo con tu nada acaba por acabarse justo después de la última bocanada de sentimientos susurrados al oído, mientras me empujas desde el 9 cielo por un tobogán que desemboca como siempre en tu inexistencia.

Hay veces que el corazón duele sin razones justificables,
Pero es ese dolor tan nítido como mi recuerdo sólo cuando duele por razones incontrolables.
¿Cómo lo ves?
Porque ya me ves, aquí estoy pintando sentimientos en el aire para ver si vuelves.