el bosque del poema

la poesia debe estar siempre en la mano de los que la sienten, y en el futuro de los que no.

Billete de ida y vuelta

Es pronto, pero el reloj en su incansable intento por ser puntual
suena más pronto que de costumbre.
Cuesta levantarse, y aun más sabiendo el destino de mis pies.
Salgo por la puerta, pero mi corazón se queda bajo las sábanas de la esperanza.
Mis ojos te buscan por la calle, te encuentran bajo la tenue luz de las farolas,
alumbrando como siempre mi día, mi vida.
Me voy triste y cansada, pero se que según emprendo el viaje, ya estoy volviendo a mi hogar,
volviendo a ti.
Espérame, y cógeme la mano en mi ausencia porque estoy ahí;
Queriéndote como siempre.
Otro billete más de ida y vuelta con nuestros nombres en él.
Aunque como siempre en realidad nunca me he ido,
me he quedado como siempre, esperando en tu corazón.

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