Aunque no quieras creerlo a veces te echo de menos.
Miro atrás y veo todos los buenos momentos a tu lado, y aunque me cueste aceptarlo también los malos, y es por estos últimos por los que todo sigue como hasta ahora.
Siempre que me pierdo entre las heridas abiertas de mi alma te encuentro a ti, desgarrando mi conciencia como si aun estuvieras aquí.
Y sólo una vez más pasaré sobre el puente, aquel que un día me hiciste comprender de su belleza oculta y ocultandome tras el velo de la distancia, sienpre seguiré ahí sin que tu lo sepas para no asustarnos más.
Ojalá Supiera porque te sigo escribiendo, y justo ahora suena el teléfono y eres tú...
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